¿Cuantas pizzas vale tu crisis?
- Pablo Díaz Gayoso
- 1 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 mar
Determinar cómo de grave es una crisis no siempre es fácil porque no hay dos situaciones iguales. Sin embargo el esfuerzo de los gabinetes de crisis si que se puede contabilizar, al menos por el tiempo que andan reunidos gestionando una situación adversa. Para ello se ha popularizado el concepto de "pizzómetro", medir como de grave está siendo una crisis política contabilizando la cantidad de pizzas que se piden en las sedes de poder. La idea original nace en Estados Unidos y su premisa es simple: cuando las cosas se tensan para el Tío Sam, los funcionarios de la Casa Blanca o del Pentágono se quedan en sus despachos hasta altas horas de la noche, tomando decisiones que afectarán al resto del mundo, acaban echando mano de las pizzerías cercanas. Cuanto más grave sea la crisis y más departamentos se vean implicados, mayor será el trasiego de motos de reparto.
Esta peculiar forma de calcular la importancia del un momentum ofrece un indicador más llamativo que fiable pero sin embargo da pistas de que algo transcendental se está cociendo. En los momentos previos al inicio de la guerra del Golfo en la década de los 90, la Casa Blanca y el Pentágono pasaron de pedir unas 50 pizzas diarias a 125. En la actualidad este concepto ha vuelto a salir a discusión por la crisis iniciada por Israel al bombardear el Consulado de Irán en Damasco matando a 16 personas, incluidos miembros de alto rango de la Guardia Revolucionaria Iraní el pasado 1 de abril. La respuesta de Irán fue la de lanzar una salva de misiles y drones contra la Cúpula de Hierro (famoso sistema de autodefensa) de Israel ejerciendo un daño más simbólico que efectivo. Horas antes del ataque se produjo un pico de pedidos en la pizzeria Extreme Pizza, situada a 15 min de la Casa Blanca.
Esta forma de ver que hay algo importante pasando tiene largo recorrido ya que presuntamente los agentes soviéticos se hacían también eco de este fenómeno. Cuando a altas horas de la noche había un aumento de las camionetas a las puertas de las principales sedes del Gobierno estadounidense, los soviéticos ponían el oído. El término que se acuñó entonces fue el de "Pizzaint" (pizza+inteligencia).
En resumen, el Pizzómetro es un indicador curioso pero potencialmente útil de la tensión internacional. Aunque pueda parecer un concepto humorístico, se basa en observaciones reales y ha demostrado ser un indicador sorprendentemente preciso de las crisis internacionales. De la misma forma se pueden contabilizar el consumo de otros alimentos para calibrar el momento, como el aumento del café, el té u otras bebidas energéticas. No es extraño de imaginar este fenómeno dándose en todas las capitales del mundo en los momentos de mayor tensión interna y externa con las variantes culinarias específicas de otros países como el durum kebab, la comida china o sushi.
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